De nuevo tengo que decir que ayer vi el mayor oleaje de mi vida, y la vez anterior lo había dicho solo hace un mes. Esta vez la altura del oleaje significante alcanzó los 11,6 metros en la Boya de Peñas, superando los 11,25 de la ocasión de Febrero. El panorama era espectacular. En La Vaca las olas superaban el cabo con facilidad a veces 10 metros por encima de los 40 que ya tiene la punta, y en Luanco era un espectáculo ver como se acercaban montañas líquidas desde la iglesia por detrás del dique nuevo durante minutos hasta que rompían sobrepasándolo una y otra vez.
Había cientos de personas viéndolo, esta vez la gente estaba más preparada y no hubo tantos daños.
Por desgracia fueron las mayores olas también para la mayoría, y ahora nos estamos acostumbrando a coleccionar efemérides meteorológicas, y eso solo puede indicar que el cambio climático ya está aquí, y acelerando.
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