Llevo ya 20 años saliendo de casa para ver pájaros y en este tiempo he visto como los medios para acercar o captar imágenes han cambiado bastante. Sobre todo respecto a la fotografía de fauna que se ha hecho popular gracias a la aparición de la fotografía digital y la bajada de los precios de los objetivos con gran aumento.
Al principio pocos pajareros teníamos cámara de fotos, salíamos al campo a ver y contar aves, porque eso es lo que en realidad nos gusta, verlas. Pero llegó un momento, en mi caso hace 10 años, en que las fotos de las aves que veíamos tan lejos empezaron a ser posibles y más o menos asequibles. Como la mayoría ya teníamos telescopio para observar e identificar, le acoplamos una cámara digital al ocular, en la técnica del "digiscoping". Fue una revolución en su época, podías llevarte a casa las aes que veías a una calidad más o menos aceptable, pero las fotos de aves en vuelo eran muy complicadas, la mayoría de las veces imposible.
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Mi viejo telescopio Leica televid 77 con una fuji x-10 acoplada |
Otra opción era acoplar una cámara réflex, lo hice durante algún tiempo , pero nunca me resultó cómodo, sobre todo por el engorro de enroscarla con un adaptador al ocular del telescopio.
Los precios siguieron bajando y varios, entre los que me incluyo se compraron un ojetivo para las cámaras réflex de gran aumento, en mi caso un 150-600mm de Tamron, objetivo muy popular.
Lo sigo manteniendo y me sigue dando muy buenas alegrías, pero para mí, que paso mucho tiempo en punta de la vaca, donde las aves pasan realmente lejos, tener "solo" un 600mm se queda corto, incluso con el recorte de las cámaras APS.
Para fotografiar aves marinas desde tierra hace falta más aumento aún.
Hace no muchos años aparecían en el mercado cámaras con sensor pequeño pero con grandes objetivos, lo que combinado ofrece grandes distancias focales. Canon llega por el momento a 65 aumentos, pero Nikon se lleva la palma con 83x en la p900 y 125x en la p1000. Yo tengo la P900 y para fotografiar o filmar desde tierra, ya me permite hacer las fotos que se ven en este blog de aves marinas, como el págalo rabero de la anterior entrada por ejemplo.
Pero aún se puede mejorar el sistema. Una de las cosas más frustrantes que te pueden pasar en un cabo es ver pasar delante de ti un ave rara o que simplemente te apetezca fotografiar y no la encuentres con la cámara. Es sorprendentemente fácil perdértela, ya que por el mar las aves pasan en vuelo rápido, a veces errático y en un medio sin referencias, te puedes volver loco buscándola, además las aves solo están unos pocos segundos después desaparecen por el oeste.
Estuve pensando en la manera de solucionar este tema y se me ocurrió que lo que veía en el telescopio debería de ser lo mismo que lo que se veía en la pantalla de la cámara. Para conseguirlo, lo mejor sería montar la cámara en paralelo al telescopio y ajustarla para ver lo mismo por los dos aparatos. Después de investigar en internet, no encontré a nadie que empleara un sistema así...por lo que me tuve que apañar yo mismo. Lo primero fue comprar una regleta para montar cámaras o flashes en paralelo.
https://www.amazon.es/gp/product/B00PAG93ES/ref=oh_aui_detailpage_o05_s00?ie=UTF8&psc=1
Los tornillos que vienen con esta pieza no me sirvieron para apretar el telescopio ni la cámara, no aprietan bien, así que tuve que cambiarlos por dos tornillos como los que se utilizan en las zapatas normales, en mi caso de la marca Manfrotto.
De esta manera, sobre la zapata tradicional del trípode enrosqué esta pieza y monté a un lado el telescopio y al otro la cámara, que debe de ser de gran zoom como la nikon p900. Con el tornillo un poco flojo, ajusto la cámara para que apunte exactamente al mismo punto al que apunta el telescopio y después lo aprieto. De esta forma puedo ver a través del telescopio lo mismo que tengo en la pantalla de la cámara y cuando encuentro algo que me interesa fotografiar o filmar, solo tengo que verlo en la pantalla y disparar, lo bueno es que ya estoy situado exactamente donde está el ave.
Éste sistema me permitió grabar vídeos de un minúsculo paíño de Leach desde la vaca e incluso de un lejano Pterodroma desde Estaca de Bares este año que no habría encontrado con la cámara a pulso o ni siquiera desde otro trípode. Es un sistema que veo útil para la fotografía de aves estática, como la de aves marinas desde un punto fijo en un cabo o quizá también e rapaces en migración. Moverme en otro lugar con el telescopio y la cámara enroscada al hombro no me parece muy útil, por el peso y porque el tornillo podría ir aflojándose al caminar.
No sé como seguirá evolucionando este mundillo de la fotografía, me inquieta un poco que la fotografía de aves llegue a comerse al simple placer de observar a las aves o contarlas, ya que cada vez son más los aficionados que llegan a las aves a través de la fotografía y no al revés. No veo ningún problema en ésto siempre que se mantengan las distancias y no se moleste a las distintas especies de aves. Los que hemos sido pajareros desde algún tiempo tenemos claro que lo que más nos interesa es ver bien a las aves sin causarles molestias, sin levantarlas o sin acercarnos demasiado, la fotografía es secundaria, a veces incluso salimos sin cámara y no pasa nada :-)