Por encima de 1500 metros en la cordillera cantábrica, la vida se hace muy difícil durante el invierno, la nieve y el hielo lo cubren todo. Este invierno de 2017-18 está siendo eso, invierno.
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Cubeta de Campalaovia, detrás la Gamonal desde Riosa (22-2-18) |
Aún así hay animales adaptados a estas duras condiciones de vida, que hacen equilibrismos y se sienten tan tranquilos entre peñas heladas y a muchos grados bajo cero.
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Rebeco (Aramo) 22-2-18 |
El viento moldea el hielo y carga a los arbustos del límite superior del piso montano con muchos kilos de agua congelada.
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Detalle del hielo sobre ramas (22-2-18) |
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Hielo sobre arbusto (22-2-18) |
Mientras, a no más de 40 kilómetros, la estampa es muy diferente, la nieve se transforma aquí en un fenómeno muy extraño, algo que hace años que no se ve, esta es zona de temperaturas suaves, lluvias, nieblas y tempestades marinas.
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Embalse de la Granda (20-2-18) |
Aquí aguantan los últimos porrones del invierno, 5 europeos, 3 moñudos y un bastardo, los somormujos lavancos, fochas y unos pocos zampullines chicos están preparándose para la cría.
La previsión del tiempo está muy interesante. La semana que viene, una masa de aire muy fría y seca llegará al centro y oeste de Europa, no se sabe si nos alcanzará, quizá de refilón, parece que el núcleo pasará por los países bajos hacia las británcias. A la vez otra masa de aire cálido y húmedo llegará por el suroeste. No se sabe donde ni cuando (se barajan de martes a jueves), pero en algún lugar y momento, ambas van a interactuar, seguramente sea en la península ibérica o Francia, y de hecho no se sabe muy bien como lo harán. En cualquier caso no podemos decir que este invierno la meteorología no es entretenida.
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Situación el lunes 26-Febrero, con una masa de aire cálido (rojo) y otra fría (azul) acercándose |
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