Hoy he vuelto al que es uno de los tramos de costa más bonitos del Cantábrico, la costa silícea de Valdés y Cudillero, concretamente visitamos una playa que no conocía Gueirúa, una playa que en bajamar viva como la de hoy, deja ver un tómbolo que la une con las famosas agujas que se ven de fondo en la foto.
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Gueirúa (1-5-14) |
Aquí, hace unos 500 millones de años durante el Cámbrico y Ordovício, se desarrollaba una tectónica distensiva, es decir, las fuerzas tectónicas actuaban de forma divergente, provocando el hundimiento de grandes volúmenes de corteza que se hundían en el mar, lo que se denomina Cuenca Cántabro-Ibérica del Ordovício Inferior. En este ambiente, se desarrollaron surcos que fueron rellenados por materiales silíceos, principalmente arenas que se transformaron en areniscas, depositadas en capas, que ahora vemos alternándose en una infinidad de texturas, y colores diferentes, plegadas, verticalizadas y maltratadas, por las posteriores tectónicas varisca y alpina.
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Gueirúa (1-5-14) |
Mucho han visto ya estas rocas en 500 Millones de años, se dice pronto. Vieron cosas realmente extrañas pasaron del hemisferio Sur al Norte, vieron como el día pasaba de tener 21 horas en el periodo en el que se formaron a tener 24, vieron como se creaban enormes cordilleras que después fueron completamente arrasadas por la erosión de vientos y lluvias que nadie ha presenciado ni lo hará jamás.
Seguirán viendo pasar el tiempo mucho después de que nuestra especie se haya extinguido por completo, como han hecho hasta ahora con todos los demás organismos que arañamos la roca en su epidermis más externa.
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