Esta entrada va dedicada a mostrar como es el equipo que utilizo en los censos de aves marinas desde Punta la Vaca.
Punta la Vaca es un cabo situado a 5 kilómetros al sureste del cabo Peñas, muy cerca de la villa de Luanco. Llevo viniendo aquí unos 15 años, siempre ha sido uno de los referentes de la ornitología asturiana y española, que tengo la suerte de tener a 10 kilómetros de casa, por lo que voy muy a menudo, podríamos decir que es el lugar en el que paso más tiempo dedicado a las aves.
Pero la cosa ya va más allá de los pájaros, por supuesto, en general me gustan los cabos, son lugares que te proyectan a otro mundo, uno azul y ajeno a las personas, aquí puedo acercarme a la mar y a su vida, me puedo despreocupar de las molestias que causa la gente o los perros a las aves, puedo simplemente sentarme y mirar lejos hacia el norte.
Esta es una modalidad de ornitología que tiene un nombre en inglés, "seawatching", o mirar al mar, en este caso es para ver y contar aves marinas sistemáticamente desde un mismo punto situado en un lugar de paso migratorio importante con ayuda de óptica y algunos otros aparatos. Básicamente hay que utilizar prismáticos, telescopio y una libreta y lápiz para apuntar, desde un sitio que hay que procurar hacer cómodo porque se está en el mismo lugar varias horas, pero no suele ser fácil en un lugar tan expuesto a los elementos como un cabo.
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Puesto de observación de aves marina en la Vaca |
Sorprendentemente, no existe un observatorio físico en el mejor lugar de Asturias para el registro de la migración de aves marinas en el que te puedas "atechar" de la lluvia o resguardar del viento o el agua que llega de la mar, pero esto es harina de otro costal.
Como se ve en las fotos, mi equipo consta de una pequeña silla plegable, un
telescopio Kowa TSN 883 de fluorita con una lente de protección (en otra entrada hablaré de este telescopio que he comprado hace poco, más a fondo) montado en un
trípode Manfroto 055 pro ya reparado y muy castigado por la sal y la intemperie, la rótula también manfrotto es muy grande para lo habitual en la observación de aves, pero aquí no tengo que transportarla continuamente, así que importa más la estabilidad y la fluidez, para otros trabajos tengo un trípode mucho más ligero.
Los prismáticos son unos
Zeiss Conquest 10X40 de 10 años de edad. A mi izquierda coloco la cámara, una
Nikon D7100 con un objetivo Tamron 150-600mm, la mochila, en la que a veces meto algo de comida y agua, y un pequeño estuche de acuarelas Schmincke con el que puedo pintar lo que veo.
A mi derecha, en una repisa sobre la roca caliza coloco dos
contadores manuales, el
móvil y últimamente un pequeño
transistor de radio que me hace compañía en las largas horas de censo, un
reloj con barómetro para llevar el registro del tiempo y la presión atmosfércia, una
libreta o papel que luego paso a limpio y a la página de registro de
Trektellen. También llevo a veces un pequeño anemómetro, termómetro portátil
Skywatch atmos, con el que mido la velocidad del viento.
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Vista desde el puesto de observación |
Los datos los agrupo en periodos de 30 minutos y al final los sumo, así se sabe como va variando el paso con el tiempo.
He ido añadiendo material, al principio me sentaba directamente sobre la piedra, después incluí un cojín y hace dos años una silla. Con sol fuerte por la mañana añado una sombrilla pequeña de carricoche que pinzo en el trípode. Si creo que puede llover, llevo un paraguas que no sirve de mucho con el viento, y de nada cuando en alguna ocasión el agua de las olas llega a donde estoy sentado. Ahora el puesto es "cómodo" pero sin olvidar que no hay techo ni protección alguna contra el viento.
El puesto de observación está a unos 35 metros sobre el nivel del mar y no tiene ninguna isla delante, además se proyecta hacia el nor-noreste, acercándose a la banda de paso.
Desde aquí se ven aves pero no solo eso, en unas 2000 horas aquí, he visto ya unas cuantas ballenas y multitud de delfines, marsopas, peces luna, veleros y barcos venidos desde el otro lado del mundo, se ven y se huelen cielos cambiantes, nubes de todo tipo y color, a veces casi se ve hasta el viento.
Ayer en 4 horas pude ver ésto:
-Charrán común / ártico: 1
-Delfín mular: 25-30 en un grupo que nadaba despacio hacia el oeste a unos 2 kilómetros de la costa.
La observación de la mar me recuerda en cierta manera a la del espacio, en ambos casos somos observadores que orientamos un telescopio desde un lugar expuesto y prominente del relieve para proyectarnos hacia otros mundos.
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Alcatraz atlántico (La Vaca, Gozón) 19-5-17 |